Las condiciones ambientales tienen una gran influencia en la funcionalidad y fiabilidad de los componentes, dispositivos y sistemas electrónicos. A menudo, una prueba de temperatura normal no es suficiente para detectar puntos débiles latentes lo más rápido posible. Las muestras deben estar sujetas a múltiples cambios de temperatura similares a impactos. Con la cámara de prueba de choque térmico se pueden lograr cambios de temperatura extremadamente rápidos de –55 °C a +150 °C. Esto le ayuda a reducir los fallos tempranos y aumentar la fiabilidad de sus productos. Reproducible, certificado y en condiciones aceleradas.
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